lunes, 5 de agosto de 2013

ORACIONES A NUESTRA MADRE SANTISIMA

AVE MARIA Dios te salve Maria llena eres de Gracia el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el Fruto de tu vientre, Jesus. Santa Maria, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen LA SALVE Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve. A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lagrimas. Ea, pues, Señora Abogada Nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y despues de este destierro, muestranos a Jesus, fruto bendito de tu vientre. Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen Maria. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amen REGINA COELI (Reina del cielo) V. Reina del cielo alegrate; aleluya. R. Porque el Señor a quien has merecido llevar; aleluya. V. Ha resucitado segun su palabra; aleluya. R. Ruega al Señor por nosotros; aleluya. V. Gozate y alegrate, Virgen Maria; aleluya. R. Porque verdaderamente ha resucitado el Señor; aleluya. Oremos: Oh Dios, que por la resurreccion de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegria, concedenos, por intercesion de su Madre, la Virgen Maria, llegar a alcanzar los gozos eternos. Por nuestro Señor Jesucristo. Amen. ANGELUS V/. El ángel del Señor anunció a María, R/. Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo. Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. V/. He aquí la esclava del Señor. R/. Hágase en mí según tu palabra. Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. V/. Y el Verbo de Dios se hizo carne. R/. Y habitó entre nosotros. Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. V/. Ruega por nosotros, santa Madre de Dios. R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Oremos: , Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que los que hemos conocido, por el anuncio del ángel, la Encarnación de tu Hijo Nuestro Señor Jesucristo, seamos llevados por los méritos de su Pasión y Cruz a la Gloria de su Resurrección. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. Derrama, Señor, tu gracia en nuestros corazones para que, los que hemos conocido por el anuncio del ángel la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Muerte, lleguemos a la gloria de la Resurrección. Por Cristo Nuestro Señor. Amén. ORACION A LA VIRGEN NIÑA Pequeña y dulce Maria, princesa mia, sin pecado concebida, estrella de mis dias y desde niña la mas perfecta profecia. Ilumina esta vida mia, a veces enceguecida, sin ansias ni dicha y totalmente empobrecida. Hazme, pequeña Maria, luz en estos dias y resplandor en la oscuridad del alma mia. Hazme niño, pequeñito y dulcisimo para que el Buen Dios escriba lo que ha querido de esta vida, para su gloria y como verdad que ilumina. Amen ACORDÁOS (San Bernardo) Acordaos, oh piadosisima Virgen Maria, que jamas se oyo decir, que ninguno de cuantos han acudido a vuestra proteccion, implorando vuestro auxilio y reclamando vuestro socorro, haya sido jamas abandonado de vos. Animado por esta confianza, a vos acudo, oh Madre, Virgen de las virgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me animo a comparecer ante vos. Madre de Dios, no desecheis mis suplicas, antes bien, escuchadlas y aceptadlas benignamente. Amen. ORACION A LA VIRGEN NIÑA Pequeña y dulce Maria, princesa mia, sin pecado concebida, estrella de mis dias y desde niña la mas perfecta profecia. Ilumina esta vida mia, a veces enceguecida, sin ansias ni dicha y totalmente empobrecida. Hazme, pequeña Maria, luz en estos dias y resplandor en la oscuridad del alma mia. Hazme niño, pequeñito y dulcisimo para que el Buen Dios escriba lo que ha querido de esta vida, para su gloria y como verdad que ilumina. Amen ANGELUS El angel del Señor anuncio a Maria. Y concibio del Espiritu Santo. Avemaria. He aqui la esclava del Señor. Hagase en mi, segun tu palabra. Avemaria. Y el verbo se hizo carne. Y habito entre nosotros. Avemaria. Oremos: Te pedimos, Señor, infundas tu gracia en nuestras mentes, para que los que hemos conocido por el mensaje del angel el misterio de la encarnacion de tu Hijo, seamos conducidos a la gloria de la resurreccion, por los meritos de Su Cruz y Pasion. Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amen. Gloria (tres veces) ORACION A LA REINA DEL CIELO (Imprimatur concedido por el Papa San Pio X el 8 de junio de 1908) Augusta Reina de los Cielos y Señora de los Angeles, a Ti que has recibido de Dios el poder y la mision de aplastar la cabeza de Satanas, pedimos humildemente que envies legiones celestiales para que, bajo Tus ordenes, persigan a los demonios, los combatan por todas partes, repriman su audacia y los precipiten en los abismos. Quien como Dios? !Oh buena y tierna Madre, siempre seras nuestro amor y nuestra esperanza! !Oh Divina Madre, envia a los Santos Angeles para defenderme, y aleja de mi al cruel enemigo! Santos Angeles y Arcangeles defendednos y guardadnos. Amen. ANGELUS (cancion) El angel vino de los Cielos y a Maria anuncio el gran misterio de Dios-Hombre que a los Cielos admiro. Virgen Madre, Señora nuestra recordando la Encarnacion te cantamos tus hijos, todos como Estrella de Salvacion. Yo soy la esclava del Señor, mi Dios la Virgen dijo al contestar que se haga en mi segun Tu has dicho que se haga en mi Tu Voluntad Virgen Madre, Señora nuestra recordando la Encarnacion te cantamos tus hijos, todos como Estrella de Salvacion. El Verbo, para redimirnos tomo su sangre virginal vivio hecho Hombre entre nosotros librandonos de todo mal. Virgen Madre, Señora nuestra recordando la Encarnacion te cantamos tus hijos, todos como Estrella de Salvacion. SÚPLICA PARA TIEMPOS DIFÍCILES (oración a la Virgen del Carmen) Tengo mil dificultades: ayúdame. De los enemigos del alma: sálvame. En mis desaciertos: ilumíname. En mis dudas y penas: confórtame. En mis enfermedades: fortaléceme. Cuando me desprecien: anímame. En las tentaciones: defiéndeme. En horas difíciles: consuélame. Con tu corazón maternal: ámame. Con tu inmenso poder: protégeme. Y en tus brazos al expirar: recíbeme. Virgen del Carmen, ruega por nosotros. Amén. ORACIÓN A MARIA MADRE Préstame Madre tus ojos para con ellos mirar porque si con ellos miro nunca volveré a pecar. Préstame Madre tus labios para con ellos rezar porque si con ellos rezo Jesús me podrá escuchar Préstame Madre tu lengua para poder comulgar pues es tu lengua materna de amor y de santidad. Préstame Madre tus brazos para poder trabajar que así rendirá mi trabajo una y mil veces más. Préstame Madre tu manto para cubrir mi maldad pues cubierta con tu manto al Cielo he de llegar. Préstame Madre a tu Hijo para poderlo yo amar pues si me das a Jesús qué más puedo yo desear ? Así será esta mi dicha por toda la eternidad. Amén. ORACION DE SAN BERNARDO: Siguiéndola, no te extravías. Invocándola, no te desesperas. Pensando en ella, no divagas. Apoyado en ella, no caes. Guiado por ella avanzas tranquilo. Escudado con ella, no temas. Con su favor, llegas hasta el fin. ORACION A LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA Oh María, sin pecado concebida rogad por nosotros que recurrimos a Vos sin tardanza pregona lengua mía las glorias y alabanzas de María atiende a mi socorro, gran Señora y ampárame tu diestra protectora. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, sea ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Oración: ¡Oh Jesús Señor Nuestro!, que has querido glorificar con innumerables prodigios a la Bienaventurada Virgen María desde el primer instante de su Concepción Inmaculada. Te suplicamos que cuantos devotamente imploramos tu protección en la tierra, merezcamos gozar de tu vista en el cielo. Tú que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén. ¡ Oh María ! por tu mediación damos infinitas gracias a Dios por el favor que dispensaste a tu querida sierva, Santa Catalina Labouré, apareciéndote pura y sin mancha de pecado, ofreciéndole como remedio de todos los males la Medalla Milagrosa. Por este favor te pedimos que nos hagamos dignos de tu protección y verdaderos devotos de tu Purísima Concepción. Amén. Súplica: Dios te Salve, Reina de Cielos y tierra, queridísima Madre de los pecadores! Llenos nuestros corazones de absoluta confianza, acudimos a tu maternal afecto. Somos pecadores y no merecemos tu protección. Pero al contemplarte en la Medalla Milagrosa con los brazos abiertos, invitándonos a acercarnos a Ti y con las manos derramando a torrentes tus bendiciones, animosos acudimos a tus pies, para exponerte durante esta novena nuestras urgentes necesidades. (Pídase privadamente la gracia que se desea, o dése gracias por el favor recibido) ¡Oh María! Tú eres después de Dios, nuestra única esperanza. Escucha benigna la confiada oración, que en la presente necesidad, elevamos a tu misericordia, si es para gloria de Dios y bien de nuestras almas. Al mismo tiempo, deseando ser verdaderos cristianos, y por ello, merecedores de las miradas de Dios y de tu protección, te suplicamos humildemente, tierna Madre nuestra llenes nuestra alma del espíritu de oración, de humildad y de mortificación de nuestras pasiones. Obtennos fidelidad en el cumplimiento de nuestros deberes religiosos y constancia en el bien hasta la muerte. Ruega por nosotros. ¡ Oh María ! y haznos participantes de los tesoros divinos de que fuiste colmada en tu Purísima Concepción. Así Sea. ORACION A LA REINA DE LOS ANGELES ¡Oh Augusta Reina de los Cielos y Señora de los Ángeles! Pues has recibido de Dios el poder y la misión de aplastar la cabeza de Satanás, le suplicamos humildemente, envíanos las legiones angélicas, para que bajo tu mando, persigan a los demonios, combatan contra ellos en todas partes, repriman su audacia y los sepulten en el infierno. Santos ángeles y arcángeles; defiéndenos, guárdanos- ¡Oh buena y tierna Madre! Tú eres siempre nuestro amor y nuestra esperanza. ¡Oh divina Madre! envía los santos ángeles para defenderme y para rechazar lejos el demonio, mi cruel enemigo. San Miguel Arcángel, ruega por nosotros San Gabriel Arcángel, ruega por nosotros. San Rafael Arcángel, ruega por nosotros. Santos Ángeles Custodios, rueguen por nosotros, Coros Angélicos, rueguen por nosotros. Reina de los Ángeles, ruega por nosotros. A MARIA Madre, dame Tu mano y no me sueltes, Déjame apoyarme en Ti al andar, Enséñame el camino que sólo me conduzca A Tu Hijo con quien anhelo un día estar. Pídele a El que perdone mis falencias, Mi falta de paciencia, también de piedad, Que me dé fuerzas para sobrellevar el peso De las injusticias que me hacen a menudo llorar. Enjuga mis lágrimas con Tu dulzura de siempre, Cubre con Tu manto mis penas y ansiedad, Regálame la paz que de Tus ojos mana Y muéstrame las huellas del amor y la humildad. ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN En las dificultades: ayúdame. De los enemigos del alma: sálvame. En mis desaciertos: ilumíname. En mis dudas y penas: confórtame. En mis enfermedades: fortaléceme. Cuando me desprecien: anímame. En las tentaciones: defiéndeme. En horas difíciles: consuélame. Con tu corazón maternal: ámame. Con tu inmenso poder: protégeme. Y en tus brazos al expirar: recíbeme. Virgen del Carmen, ruega por nosotros. ORACIÓN DE SAN BERNARDO A MARÍA SANTÍSIMA Salve Reina de misericordia, Señora del mundo, Reina del cielo, Virgen de las vírgenes, Sancta Sánctorum, luz de los ciegos, gloria de los justos, perdón de los pecadores, reparación de los desesperados, fortaleza de los lánguidos, salud del orbe, espejo de toda pureza. Haga tu piedad que el mundo conozca y experimente aquella gracia que tú hallaste ante el Señor, obteniendo con tus santos ruegos perdón para los pecadores, medicina para los enfermos, fortaleza para los pusilánimes, consuelo para los afligidos, auxilio para los que peligran. Por ti tengamos acceso fácil a tu Hijo, oh bendita y llena de gracia, madre de la vida y de nuestra salud, para que por ti nos reciba el que por ti se nos dio. Excuse ante tus ojos tu pureza las culpas de nuestra naturaleza corrompida: obténganos tu humildad tan grata a Dios el perdón de nuestra vanidad. Encubra tu inagotable caridad la muchedumbre de nuestros pecados: y tu gloriosa fecundidad nos conceda abundancia de merecimientos. Oh Señora nuestra, Mediadora nuestra, y Abogada nuestra: reconcílianos con tu Hijo, recomiéndanos a tu Hijo, preséntanos á tu Hijo. Haz, oh Bienaventurada, por la gracia que hallaste ante el Señor, por las prerrogativas que mereciste y por la misericordia que engendraste, que Jesucristo tu Hijo y Señor nuestro, bendito por siempre y sobre todas las cosas, así como por tu medio se dignó hacerse participante de nuestra debilidad y miserias, así nos haga participantes también por tu intercesión de su gloria y felicidad.

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