domingo, 8 de abril de 2018

El Espíritu Santo estará contigo para vencer toda dificultad.



El Espíritu Santo estará contigo para vencer toda dificultad.

De todos los dones dados por Dios a la humanidad, no hay uno más grande que la presencia del Espíritu Santo.

El Espíritu tiene muchas funciones y actividades. Primero, Él trabaja en el corazón de toda la gente, en todas partes. Jesús les dijo a sus discípulos que Él enviaría al Espíritu al mundo para “convencer al mundo de pecado, y de justicia, y de juicio” (Juan 16:7-11). Todos tienen una “conciencia de Dios,” ya sea que lo admitan o no, porque el Espíritu aplica las verdades de Dios en la propia mente del hombre, para convencerlos por medio de justos y suficientes argumentos de que son pecadores. La respuesta a esa convicción lleva al hombre a la salvación.

Una vez que somos salvados y pertenecemos a Dios, el Espíritu hace su morada en nuestros corazones para siempre, sellándonos con la confirmación, certificación y seguridad de la promesa de nuestro estado eterno como Sus hijos. Jesús dijo que Él nos enviaría al Espíritu para que fuera nuestro Ayudador, Consolador y Guía. “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre.” (Juan 14:16). La palabra griega traducida como su “Consolador” significa alguien que es llamado “al lado de” y tiene la idea de alguien que anima y exhorta. La frase “que esté” tiene que ver con Su residencia permanente en los corazones de los creyentes (Romanos 8:9; 1 Corintios 6:19, 20; 12:13). Jesús envió al Espíritu como una “compensación” por Su ausencia, para llevar a cabo las funciones que Él hubiera hecho en nosotros si hubiera permanecido físicamente entre nosotros.



Oración de sanación

Señor, quiero tomar conciencia de que tu amor es la única fuerza que llena de plenitud la vida y sólo tu amor tiene el poder de transformar corazones.

Gracias por abrirme las puertas del Cielo con tu resurrección, por abrirme a la esperanza y por darme la fe para enfrentar mis batallas y resistir al mal.



Con tu gracia, me has capacitado el espíritu para y librarme de aquellos que conmigo no tienen las mejores intenciones y quieren verme tropezar.

Sopla sobre mí esa fortaleza de tu Espíritu Santo para vencer toda dificultad, porque con esa poderosa Presencia me puedo mantener firme en la prueba.

Quiero sentir la fuerza sanadora de tu Cruz confiado en que has entregado tu vida en ella para sanarme y convertirme en valiente colaborador de tu Reino.

Ilumina mi vida para s entender que, con tu resurrección, puedo vencer todo miedos y angustia del camino, porque Contigo voy, Contigo soy y Contigo vivo.



Mis esfuerzos, mis rutinas, mis logros y fracasos, todo cobra sentido en tu sacrificio de Cruz… Eres el Señor y siempre estarás cuando más te necesito.

Como Pedro, al conocer tu presencia, quiero lanzarme al agua de vida e ir hacia Ti donde me esperas para saciar mi corazón de tu amor.

Amén


Enlace Católico.

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