La Cruz, por San Juan Crisóstomo.

La Cruz, por San Juan Crisóstomo.

Meditación sobre la Pasión de Jesús en la Cruz con un pasaje de la «Homilía sobre la Cruz y el ladrón», de San Juan Crisóstomo.
Hoy, nuestro Señor Jesucristo está en la cruz y nosotros estamos en fiesta, para que vosotros sepáis que la cruz es una fiesta y una celebración espiritual. Antes, la cruz era un castigo; ahora es objeto de honor. Antes símbolo de condenación, ahora es principio de salvación.

Ella es para nosotros portadora de innumerables bienes: nos ha librado del error, nos ha sacado de las tinieblas y nos ha reconciliado con Dios; nos habíamos convertido para Él en enemigos y extraños, y ella nos ha devuelto su amistad y nos ha acercado de nuevo a Él. La cruz es, para nosotros, la destrucción de la enemistad, la guardiana de la paz, es tesoro de bienes infinitos.

La cruz nos une al Buen Pastor

Por ella ya no vagamos por el desierto, porque conocemos el camino verdadero; ya no vivimos fuera de palacio, porque hemos encontrado la puerta; ya no tememos los dardos encendidos del diablo, porque hemos encontrado la fuente.

Por la cruz ya no vivimos en viudedad, pues hemos recibido al Esposo; no tememos al lobo, porque hemos encontrado al Buen Pastor: «Yo soy el Buen Pastor» (Juan 10, 11). Gracias a la cruz, no tememos al tirano, porque estamos sentados al lado del Rey.

San Juan Crisóstomo


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